NEW ALBUM WEEZER – VAN WEEZER
Rivers Cuomo empezó a planear el regreso de Weezer al rock duro mucho antes del fallecimiento de Eddie Van Halen en octubre de 2020, pero una vez que el guitarrista dejó este mundo, Cuomo decidió bautizar el disco de heavy 2021 del grupo como Van Weezer.
El título es un afectuoso homenaje a un antiguo héroe musical y también algo de verdad en la publicidad: El álbum está, en efecto, repleto del tipo de riffs y melodías que caracterizaron el reinado de Van Halen a principios de la década de 1980. Como todos los grandes álbumes de Van Halen, Van Weezer dura 31 minutos, y no se alarga más de lo necesario para que los hooks y los solos de guitarra se hagan realidad, pero ahí acaban las comparaciones fáciles.
Weezer no utiliza los primeros álbumes de Van Halen de modelo, sino que trata a la banda cómo su animal espiritual, queriendo infundir el power pop de Weezer con una dosis de abandono temerario. Rivers, no intenta imitar el gonzo showmanship de David Lee Roth; se apega a su persona geeky, una imagen que es realzada, no contradicha, por el rugido overdriven de los amplificadores.
No es tanto que haya tensión entre la voz sencilla de Cuomo y las montañas de guitarras, sino que el ruido ofrece una trascendencia que su canto anhela alcanzar. También ayuda que este proyecto de neo-nostalgia ayude a centrar la composición de Cuomo. Trabajando con un elenco rotativo de colaboradores, se mantiene centrado en los grandes momentos de la melodía y los giros inteligentes de las frases que nunca se anclan en el pasado, incluso cuando juegan con los recuerdos. Es un truco que Van Weezer consigue en su conjunto: cualquier origen retro se ve borrado por sonidos grandes y tontos que mantienen el disco anclado en el eterno ahora, una elección estética que también ayuda a que el álbum sea un buen momento.
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